T D A H


El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un problema que afecta al 5% de los niños. Sus características suelen hacerse evidentes cuando los niños ingresan a la escuela, aunque en algunos casos los síntomas se identifican desde que los niños son muy pequeños.

¿Cuándo se sospecha que un niño padece TDAH?

Si su hijo presenta varias de las siguientes características existe la posibilidad de que padezca TDAH.

  • Mueve en exceso manos o pies.
  • Abandona su asiento en clase.
  • Corre o salta excesivamente.
  • Tiene dificultad para jugar con tranquilidad (es ruidoso en sus juegos).
  • Suele actuar como si tuviera un motor.
  • Habla en exceso.
  • A menudo responde antes de que se le haya terminado de plantear la pregunta.
  • Le cuesta trabajo esperar su turno.
  • Se entromete en las actividades de otros. 
  • Es descuidado en sus tareas escolares y no presta atención a los detalles.
  • Le cuesta trabajo mantener la atención en juegos o en actividades escolares.
  • Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
  • No sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares.
  • Tiene dificultades para organizar tareas y actividades.
  • Rechaza realizar actividades que exigen un esfuerzo mental sostenido.
  • Extravía sus cosas.
  • Se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
  • Es descuidado en las actividades diarias.
¿Quién debe realizar el diagnóstico?

El diagnóstico lo puede realizar cualquier médico con experiencia en los trastornos mentales de le infancia (puede ser un psiquiatra, psiquiatra infantil, neurólogo o pediatra). Contrario a lo que muchos creen, no es necesario realizar un electroencefalograma ni ningún otro estudio del cerebro para confirmar el diagnóstico. El electroencefalograma por lo general es un estudio que se solicita para apoyar el diagnóstico de epilepsia.


¿Cuál es el tratamiento?

Debido a que cada niño es diferente, debe diseñarse un plan de tratamiento para cada caso, este puede incluir tratamiento psicológico al niño y su familia, educación a los padres y el uso de medicamentos. La mayoría de los niños reciben un medicamento llamado metilfenidato, el cual desde hace más de 50 años fue aprobado por la FDA (Food and Drug Administraction) en Estados Unidos y actualmente está aprobado por la Secretaría de Salud para su uso en México.

¿Por qué es necesario el tratamiento?

Las investigaciones médicas en la actualidad muestran que un niño y adolescente que recibe tratamiento tiene menor riesgo de desarrollar adicciones a drogas. El TDAH sin tratamiento se relaciona con baja autoestima así como conductas delictivas en la adolescencia.

Recomendaciones a padres de niños con TDAH
  • A un niño con TDAH lo que más le falta es estructura, por ello necesita contar con orden, unos padres organizados, reglas muy claras, rutinas y aprender a predecir las respuestas de los padres por sus actos.
  • Fije horarios para levantarse, comer, jugar, ver TV y acostarse.
  • Simplifique las reglas. Si va a dar una regla hágalo de manera simple.
  • Asegúrese que las reglas o instrucciones sean comprendidas.
  • Premie el buen comportamiento del niño. Los premios para estos niños deben ser concretos y confiables. No prometa algo a largo plazo, las promesas a largo plazo pierden su efecto. Puede hacer una gráfica con puntos para un buen comportamiento o usar fichas o puntos que sean canjeables por algo que él elija.
  • Procure supervisarlo en todo momento.
  • Fije un lugar para hacer la tarea lejos de distracciones (TV, video, juegos, radio, ruido).
  • No elimine ningún alimento de la dieta del niño (incluyendo golosinas), los niños con TDAH pueden comer exactamente lo mismo que come un niño sin este problema. Los niños se sienten muy frustrados si se les prohiben los dulces, los chocolates, alimentos con cafeína o los refrescos. Como todo padre, solo asegurese de que el consumo de éstos alimentos sea moderado y que su hijo reciba una alimentación balanceada.
  • Estimule la atención de su hijo con juegos de memoria, rompecabezas, crucigramas, ajedrez o cualquier otro juego de estrategia. El niño debe entender que el esfuerzo mental puede ser divertido.
  • La práctica de un deporte es buena como para cualquier otro niño. Es necesario entender que la finalidad del deporte no es cansar o agotar las energías del niño para que se mantenga más tranquilo, habitualmente no funciona así. Sin embargo el deporte tiene muchos beneficios en la salud física y psicológica de los niños. Deje que su hijo elija el deporte que más le interese y aliéntelo.
  • Papá y mamá deben ser siempre un equipo. El niño tiene seguridad al saber que sus padres están de acuerdo en la forma de educar, ya que si mamá dice una cosa y papá otra se confunde más o aprende a manipular. Esto es importante aún cuando los padres están separados o divorciados.
  • Los padres deben mantener contacto estrecho con la escuela, deben solicitar información por escrito relacionada con la conducta y el rendimiento académico de su hijo. Los maestros pasan muchas horas al día con sus alumnos, en ocasiones más que los propios padres, por ello es de mucho valor la información que los maestros puedan proporcionar. Es de mucha utilidad que esta información se le haga llegar al médico.
  • En caso de que su hijo ya esté bajo tratamiento farmacológico, debe supervisar constantemente que tome los medicamentos prescritos por el médico. Los niños no son responsables de la toma de los fármacos.
  • No se alarme por la información que encuentre en Internet en torno a los medicamentos psiquiátricos infantiles. Habitualmente la información es errónea. El médico es un especialista que siempre utilizará medicamentos aprobados para su uso en niños.
  • No disminuya las dosis de los medicamentos por recomendaciones de familiares, amigos u otras personas, al hacerlo el efecto puede ser nulo y esto retrasaría el proceso terapéutico.
  • No combine los fármacos prescritos por su médico con tratamientos naturistas u homeopáticos (a menos que su médico lo autorice) . Los extractos de plantas pueden ser igual de tóxicos que cualquier compuesto químico. Algunos extractos contienen sustancias aún no completamente identificadas y pueden tener interacciones con los medicamentos.
  • Si sospecha que al igual que su hijo usted también padece un problema de salud mental, solicite una valoración psiquiátrica. Recuerde que el bienestar emocional de los padres y familiares es muy importante para la recuperación de los niños.


Los mitos más frecuentes sobre el metilfenidato o Ritalín®

A continuación se muestran los 10 mitos más frecuentes relacionados al uso de metilfenidato o Ritalín®. Cada mito se confronta con sus respectiva realidad.

Mito No. 1
MITO: El TDAH no existe es algo que inventaron recientemente para justificar a los niños mal portados.
REALIDAD: Más de un medio siglo de investigación en niños con este trastorno respalda la realidad del trastorno.

Mito No. 2
MITO: ¡Ahora resulta que todos los niños tienen TDAH!
REALIDAD: Las mayores exigencias a los niños de nuestro tiempo hacen más notable la presencia de este padecimiento. La realidad es que más del 50% de los niños con TDAH ni siquiera están diagnosticados.

Mito No. 3
MITO: EL TDAH se debe a una mala educación y falta de disciplina.
REALIDAD: muchas madres de niños con TDAH en realidad utilizan una mayor disciplina que las madres de los niños sin TDAH.
Mito No. 4
MITO: El TDAH se quita con ejercicio físico, por ejemplo metiendo al niño a clases de futbol.
REALIDAD: La capacidad de atención del niño no mejora cansándolo.

Mito No. 5
MITO: Los medicamentos para tratar el TDAH causan adicción.
REALIDAD: Más bien, el uso de los medicamentos, principalmente el metilfenidato reduce la posibilidad de que en el futuro los niños abusen de las drogas o el alcohol.

Mito No. 6
MITO: Dar Ritalín® a los niños es una iniciativa de los gobiernos para controlar a la niñez y permitir ganancias millonarias a las farmacéuticas con quienes se encuentran coludidos.
REALIDAD: Todos podríamos fabricar metilfenidato (Ritalin®) si tuviéramos la infraestructura para hacerlo, los derechos de patente ya han expirado. Además, lo cierto es que muchos niños a los que se les prescribe Ritalin® en realidad no lo toman.

Mito No. 7
MITO: Una vez que a un niño se le prescribe metilfenidato necesitará cada vez más cantidad de medicamento.
REALIDAD: La dosis que se prescribe se calcula de acuerdo al peso del niño. Si la dosis es incrementada por el médico, es porque el niño subió de peso no porque se está haciendo adicto.

Mito No. 8
MITO: El metilfenidato es un fármaco poco seguro que produce múltiples efectos secundarios.
REALIDAD: El metilfenidato tiene medio siglo de haber sido aprobado por la FDA, la mayoría de las veces los efectos secundarios son moderados y desaparecen en unas semanas.

Mitos No. 9
MITO: El metilfenidato produce a la larga daños al riñón y al hígado.
REALIDAD: Como en casi todos los medicamentos, el hígado y el riñón participan en la eliminación de fármaco del organismo. Eso no quiere decir que estos órganos se dañen.

Mito No.10
MITO: No quiero que mi hijo dependa de un medicamento, quiero que sea libre como los demás niños.
REALIDAD: Todos los trastornos mentales, entre ellos el TDAH, coartan la libertad de los pacientes. El médico busca en realidad liberar a las personas de las limitaciones que produce la enfermedad.